domingo, 7 de junio de 2009

Cómo se trata hoy el tema de las efemérides en las escuelas y cómo debemos cambiar nuestras miradas

La preparación cuidadosa, las vestimentas especiales, los disfraces están asociados a algunos actos festivos y, en particular, a los actos de nuestra escuela. Seguramente, todas/os podemos asociar a esa manera de recordar, buenas y malas experiencias; en sí mismos, los disfraces para conmemorar una efeméride no están ni bien ni mal.
Entonces, no es sobre la presencia (o no) de niños/as disfrazados/as durante un acto donde deben recaer las críticas y los replanteos. Lo que sucede es que la memoria única que durante años ayudó a construir la escuela, se deshizo en migajas (para emplear la metáfora usada por algunos historiadores de Annales en un sentido diferente).
Si nos limitamos a cambiar los actos, nuestros esfuerzos se concentrarán en explicar a unos padres algo decepcionados con la “nueva modalidad” por qué ya los/as niños/as no se disfrazan.
Hoy se está cambiando la representación de niño: hoy lo vemos como un sujeto que interpela a la historia y, a la vez, es interpelado por ella. Obviamente, esto vale también para nosotros, los/as adultos/as: docentes y padres; nos convoca la construcción de otras memorias y los sentidos del acto .A partir de estos lineamientos se destaca la importancia de la mirada con la que se aborda el pasado, o sea, el enfoque teórico que subyace a cualquier práctica docente, diferenciamos de esta forma una mirada centrada en la descripción y la enumeración, de una mirada centrada en formas de explicación adecuadas a los niños de corta edad.
Mientras aquellas están generalmente centradas en estereotipos en los que los grupos sociales son presentados de forma descontextualizada, disfrutando de situaciones infrahumanas de vida como son la esclavitud, la marginación, la extrema pobreza, cuadro reiterado en los actos escolares; los nuevos enfoques proponen una mirada que se preocupa por la formación de niños críticos y comprometidos con la realidad. Explicar no es sencillo .
Analicemos un ejemplo:A partir de la salida a un museo gauchesco, los niños han aprendido que algunas personas del sector rural se calzaban con “bota de potro”, denominación que proviene de la materia prima y la forma de elaboración.Esto propone una serie de interrogantes: ¿Cómo eran? ¿Por qué las usaban? ¿Cómo las hacían? ¿Por qué los dedos quedan descubiertos? ¿Dónde se utilizaban? ¿Los hombres de la ciudad también las usaban? ¿La bota de potro era el calzado de los pobres? ¿El gaucho podía comprar un calzado de otra calidad? ¿Hoy se siguen utilizando? ¿Cómo fueron modificándose?
Si la docente analiza con los niños la acuarela de León Palliere La Pizadora de Maíz (1858), cuando se analice el calzado, será posible comprender el contexto en el que fueron utilizadas, los recursos con los que contaba la población rural, el uso que se daba a ésta, el dibujo que complementa la imagen le permitirá explicar la importancia del diseño.Cuando ese docente recree una escena rural para ser mostrada a la comunidad y realice botas con los niños a partir de medias, aunque los niños la calcen sobre su calzado habitual por las características de los tiempos fríos, ese niño sabrá porque calza esa bota, quien la usaba y cuando la usaba. Así el acto escolar y la participación infantil cobra una mirada totalmente diferente. Ese niño ha compuesto un personaje, se ha caracterizado, por un momento en su corta historia es un gaucho de aquellos que recorrían la pampa argentina.Es muy común escuchar, que para explicar el pasado hay que tener conocimientos históricos, si bien esto es real, debemos atrevernos a comenzar por recortes pequeños, seleccionar aquellos que realmente le interesen y sean factibles de trabajar con niños, disfrutar y apasiónarse, buscar fuentes, indagar, atréverse a un cambio que implique otra mirada.
Con el propósito de mejorar la calidad educativa y poder dar sentido a la enseñanza de los contenidos de las ciencias sociales, tenemos que tener en cuenta la interrelación a otras áreas disciplinares.Debido a que los alumnos tienen el derecho de conocer y comprender sus orígenes para poder así saber exactamente en qué país viven, este proyecto pretende aproximar a los niños a los hechos históricos y a las diferencias socioculturales del pasado, sin tergiversarlo o modificarlo groseramente, adecuándolo al nivel de comprensión de los pequeños, teniendo en cuenta partir de armar su historia personal para darle un sentido al pasado y relacionarlo con el presente.

1 comentario:

  1. Felicitaciones!! Muy bueno el blog y sobre todo el tema por cierto muy polémico. Es verdad lo que se dice acerca de los "disfraces" pero no sólo se escuchan quejas de los padres, también algunos maestros reclaman el despliegue de vestimentas y bailes de otrora. No está mal pero coincido que los actos deben tener una nueva significación y los niños deben ser los protagonistas en la búsqueda de la misma. Para mi la mejor manera es que sea un proyecto institucional porque se nutre de todos los actores. ¡Me gusta este espacio!Saludos y suerte.

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